China es un país de contrastes: oscila entre la tradición ancestral y la innovación tecnológica, la espiritualidad y el urbanismo, el silencio y la superación de desafíos. Pero ¿qué sucede cuando este territorio se explora no como turista, sino como lector de culturas? Esta fue la propuesta de Nomad Roots, una agencia de viajes especializada en conocimiento, al diseñar un viaje inmersivo guiado por la viajera y curadora Paola Gulin.
Durante semanas, Paola recorrió el país en busca de experiencias que le revelaran una China sensible, alejada de los estereotipos. «El viaje me transformó profundamente. Vi una China que no aparece en las guías turísticas: silenciosa, refinada, llena de matices», afirma. Fruto de este viaje, Nomad Roots creó un itinerario original que ahora ofrece a los brasileños, especialmente relevante con la reciente exención de visado, que facilita el acceso al país asiático.
Entre los momentos más destacados del día se encuentran:
Paradigmas rotos: “Me sorprendieron las ciudades limpias y organizadas y la gente extremadamente hospitalaria. Todo lo que creía saber sobre China se derrumbó allí”.
Memoria y tradición: En Xi'an, los Guerreros de Terracota y el punto de partida de la Ruta de la Seda revelaron la profundidad de la antigua cultura china. "Fue un momento de respeto y conexión con el pasado".
Una perspectiva moderna: La infraestructura de transporte, los trenes de alta velocidad y los rascacielos mostraban una China futurista. "Viajar a China es experimentar el pasado y el futuro simultáneamente".
Intercambios auténticos: La visita a la casa de Liu, un residente de un hutong en Pekín que vivió la Revolución Cultural, fue una lección de historia viva. "Hablar con él fue como abrir un libro viviente sobre China".
Un hotel inolvidable: The Sugar House, enclavado en las montañas de piedra caliza, es un antiguo ingenio azucarero renovado. "Allí el tiempo transcurre a otro ritmo. Fue uno de los lugares más memorables del viaje."
Para quienes deseen explorar más allá: la aldea de Longji, rodeada de arrozales, ofrece paz, autenticidad y una conexión con la naturaleza. "La vista era impresionante, pero el silencio fue aún más impactante".
Gastronomía excepcional: En Chengdu, Paola descubrió Mi Xun Teahouse, un restaurante vegetariano con estrella Michelin. "Era la primera vez que comía en un restaurante vegetariano con estrella Michelin. Un lugar verde, estéticamente agradable y delicioso."
La Gran Muralla China: Más que una simple visita, Paola vivió la muralla en primera persona: practicó Tai Chi Chuan a lo largo de toda su extensión. «Los movimientos lentos y precisos aún resuenan en mí. Fue una experiencia espiritual».
Un encuentro entrañable: En el santuario de pandas de Chengdu, participó en proyectos de conservación. «Pasé el día con los investigadores, preparando comida y aprendiendo sobre los pandas. Fue increíblemente tierno y educativo».
Con la reciente exención de visa para brasileños, China se convierte en un destino más accesible. La productora apuesta por itinerarios que van más allá del turismo convencional, promoviendo experiencias únicas de inmersión cultural y reflexión. «La propuesta es ofrecer una comprensión profunda de cada lugar a través de encuentros, paisajes e historias que transforman no solo el itinerario, sino también la perspectiva de quienes viajan allí», añade Paola.
Para obtener más información, visite el sitio web www.nomadroots.com.br y siga el perfil oficial de ClubeNomad en Instagram: @clube.nomad.