La expectativa del sector turístico uruguayo es clara: la temporada 2025-2026 podría ser una de las mejores de los últimos años para Punta del Este. Según referentes del mercado, ya se observa un fuerte retorno del público argentino, después de varias temporadas de baja presencia. Las reservas para enero y febrero superan las cifras del año pasado y el fin de semana largo de noviembre fue una señal contundente, con hoteles al tope y reubicación de pasajeros ante la falta de disponibilidad.
Entre los factores que explican este fenómeno, uno de los principales es la competitividad de precios. En sectores como hotelería y gastronomía, los valores están cada vez más alineados con los de la costa argentina, algo que hace pocos años parecía improbable. A esto se suman los incentivos para turistas, como la devolución del 22% del IVA en gastronomía y una amplia batería de descuentos bancarios, que vuelven la ecuación económica más accesible para los visitantes extranjeros.
También se está dando un cambio en el tipo de público que elige Punta del Este. Más allá del segmento que nunca dejó de ir, este verano se suma un perfil de clase media alta que históricamente optaba por destinos argentinos como Mar del Plata, Pinamar o Villa Gesell. La combinación de precios razonables, servicios consolidados y una oferta de entretenimiento variada está impulsando esta recuperación. Las proyecciones del sector indican que no solo quienes viajan en la primera quincena de enero serán protagonistas; también se espera una afluencia importante en la segunda quincena y durante todo febrero, cuando los valores tienden a moderarse.
El impulso no se explica únicamente por Punta del Este. En el primer trimestre de 2025, según datos oficiales del Ministerio de Turismo de Uruguay, el país recibió más de 1,3 millones de visitantes internacionales, con un gasto total cercano a los 900 millones de dólares. Dentro de ese total, Argentina volvió a ser el principal mercado emisor, con cerca de un millón de arribos y más de 500 millones de dólares gastados. Estos registros muestran una recuperación sostenida del turismo receptivo y anticipan una temporada de alto movimiento.
Para el verano, las proyecciones del sector privado apuntan a superar los 300.000 turistas argentinos que visitaron Punta del Este en la temporada pasada. La ciudad se prepara para recibir un mix diverso: jóvenes en busca de fiestas y eventos, familias que priorizan servicios consolidados y visitantes que regresan después de años. Entre el 27 de diciembre y el 10 de enero se espera una agenda intensa de actividades, desde propuestas culturales hasta grandes fiestas con DJs internacionales, lo que suma un atractivo adicional para el público más joven.
En este contexto, Punta del Este se posiciona nuevamente como uno de los destinos favoritos del Cono Sur. Con precios competitivos, beneficios fiscales y un ambiente que combina playa, gastronomía, entretenimiento y servicios de alto nivel, el balneario uruguayo se prepara para una temporada que promete ser una de las más fuertes de los últimos años.