Con la crisis sanitaria global de 2020 la digitalización se aceleró, mejoraron muchos sistemas logísticos y las empresas adoptaron nuevas dinámicas de comercialización. Estos sucesos, lejos de frenar el turismo de reuniones, actuaron como un “game changer” e impulsaron una transformación significativa hacia adentro.
En los últimos años, las exposiciones y eventos de negocios se han reconfigurado para ser más dinámicos e interactivos. Las actividades académicas y conferencias especializadas han ganado relevancia, posicionándose como ejes fundamentales. Las ferias ya no se limitan a ser un marketplace: “Hoy funcionan más como generadoras de comunidades de negocios, donde los asistentes no solo tienen acceso a las últimas tendencias, sino también la oportunidad de conectar con los principales actores económicos y políticos”, menciona Fernando Gorbarán, Presidente y CEO de Messe Frankfurt Argentina.
La medición del éxito de estos eventos también ha evolucionado. Las exposiciones se evalúan más por la calidad de las interacciones, las reuniones de negocios realizadas y las oportunidades creadas que por el número de visitantes o el espacio vendido. En este contexto, las Rondas de Negocios -que ya existían en el sector- cobraron un renovado protagonismo, al ofrecer a las empresas una plataforma efectiva para generar nuevas relaciones comerciales. “Las compañías comienzan a valorar más el retorno de inversión basado en la capacidad de establecer contactos de calidad”, agrega Gorbarán al respecto.
El impacto del sector MICE va más allá de los aspectos económicos, ya que también impulsa la creación y difusión de conocimiento, generando un legado que contribuye a la innovación y el aprendizaje.
Gorbarán menciona dos desafíos que hoy tiene esta industria. El primero es el desarrollo de infraestructura y capacidades: “necesitamos seguir trabajando con el sector público para ser un destino favorito del turismo de reuniones”. El segundo es la sustentabilidad, que también se convirtió en prioridad: “La industria MICE está incorporando los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en su agenda y promoviendo mejores prácticas a lo largo de toda la cadena de valor, en una búsqueda por reducir sus emisiones”, concluye.
Este proceso de adaptación y crecimiento posiciona al MICE como un motor fundamental para el desarrollo de la economía y la creación de oportunidades en un contexto global cada vez más competitivo.
Fuente: Messe Frankfurt.