Con el creciente interés en celebrar bodas fuera del país de origen, destinos de Latinoamérica se posicionan entre los más atractivos y competitivos a nivel mundial. Según el más reciente Índice de Valor de Bodas de Destino elaborado por la plataforma especializada Destify, países como México, Costa Rica y Brasil ofrecen una combinación inigualable de infraestructura, precios accesibles, entornos naturales y conectividad aérea.
México: líder indiscutido en valor y oferta
México encabeza el ranking global con una puntuación perfecta de 10/10, gracias a su amplia oferta de venues, costos competitivos y buena conectividad con Estados Unidos. Con 382 espacios para bodas —la mayor cantidad en el top 10— y un precio promedio por celebración de $4,261, México ofrece una propuesta sólida tanto para bodas íntimas como para grandes celebraciones. Además, la capacidad promedio de los espacios alcanza los 147 invitados, superando ampliamente a otros destinos.
Costa Rica: calidad superior en entornos naturales
Costa Rica ocupa el tercer lugar en el índice, destacando por tener la mejor calificación hotelera (8.66/10) entre todos los destinos evaluados. Aunque ofrece una disponibilidad más limitada de lugares para bodas (43 en total), su entorno natural, precios moderados y buena conectividad aérea lo consolidan como un destino ideal para quienes buscan una boda rodeada de naturaleza y calidad de servicio.
Brasil: gran capacidad y diversidad de opciones
Brasil aparece en el sexto lugar del ranking con un índice de 7.21/10, destacando por su alta capacidad promedio de 155 invitados por venue y una oferta considerable de 187 lugares para bodas. Aunque el precio promedio del lugar es más elevado en comparación con otros destinos latinoamericanos, la diversidad de regiones y paisajes —desde playas paradisíacas hasta escenarios urbanos y rurales— lo convierten en una opción versátil para bodas a gran escala.
Una oportunidad para el turismo regional
El auge del turismo de bodas representa una gran oportunidad para los destinos latinoamericanos que cuentan con infraestructura turística robusta, conectividad aérea y una creciente profesionalización de proveedores locales. Además de representar ingresos directos, estas celebraciones suelen generar estancias prolongadas, mayor consumo y visitas grupales, ampliando el impacto económico en la región.
El turismo de bodas se consolida así como un segmento estratégico en la recuperación y diversificación del sector turístico, y América Latina tiene todos los elementos para liderar esta tendencia global.
Fuente: Destify