Las 7 megatendencias que conformaron la industria de viajes en América Latina en 2025 y más allá

Por: Aleix Rodríguez Brunsoms, Director de Estrategia en Skift Advisory.

Las Megatendencias de Skift han sido reconocidas desde hace tiempo como uno de los pronósticos anuales más fiables de la industria de viajes, capturando perspectivas esenciales y los cambios que configuran las estrategias globales de turismo y hotelería. Aprovechando la investigación rigurosa y el análisis de expertos, las Megatendencias de Skift iluminan las fuerzas críticas que impulsan la evolución de la industria y gozan de la amplia confianza de líderes de viajes, legisladores y empresas de todo el mundo.

Este documento de reflexión adapta las Megatendencias de Skift, de influencia mundial, específicamente al contexto latinoamericano, una región en un momento crucial. A medida que la industria turística global experimenta una rápida transformación, impulsada por las cambiantes expectativas de los consumidores, los avances tecnológicos y la urgente necesidad de un crecimiento más sostenible e inclusivo, América Latina se encuentra en una encrucijada de oportunidades y complejidad sin precedentes.

Con una proyección de llegadas de visitantes internacionales en las Américas que alcanzará el 94% de los niveles de 2019 en 2025 (Skift; Travel Health Index; 2025), y una intención de viaje global más fuerte que nunca (Skift; Global Travel Trends; 2025), los activos únicos de la región —desde su vibrante patrimonio cultural y biodiversidad hasta sus dinámicas ciudades y sus crecientes redes de aviación— la posicionan no solo para recuperarse, sino para liderar. Pero este liderazgo no se dará por sí solo. Requerirá visión estratégica, innovación audaz y la voluntad de romper con los modelos obsoletos de turismo.

La gran pregunta que buscamos responder: ¿Qué definirá el próximo capítulo de América Latina en el turismo global? A través de siete megatendencias definitorias, moldeadas por perspectivas globales y basadas en realidades locales, este informe ofrece una hoja de ruta para que los especialistas en marketing de destinos, las oficinas de turismo, las aerolíneas y los inversores de toda la región reimaginen el crecimiento y aprovechen el futuro a su manera. Profundicemos en el tema:

1. El turismo en vivo cobra protagonismo: De festivales a fútbol: los grandes momentos son el nuevo imán turístico

En 2025, viajar no se trata solo de lugar, sino de presencia. El futuro pertenece a los destinos que ofrecen momentos imperdibles. Los eventos en vivo, desde festivales de música hasta partidos de fútbol y espectáculos celestiales, son la nueva moneda de cambio del turismo.

Latinoamérica se encuentra en una posición única para dominar este espacio. Buenos Aires es una capital mundial de la vida nocturna. Los festivales de São Paulo rivalizan con cualquier otro en Europa. Y con la Copa América, las eliminatorias mundialistas y las giras internacionales de conciertos que recorren la región, el potencial para activar la "energía turística colectiva" es enorme.

En palabras de Skift: "Si no es en vivo, está muerto". Las ciudades deben reimaginar sus calendarios turísticos como plataformas para la expresión cultural durante todo el año. Las aerolíneas, los hoteles y los negocios locales que agrupan experiencias en torno a estos eventos generarán un importante impulso económico. El turismo en vivo no es un complemento, sino un motor.

Las OGD deberían pasar del marketing basado en campañas al diseño de destinos orientado a eventos: pensar en una planificación de la experiencia del visitante que comience con la fecha del concierto, no con el registro en el hotel.

Según Skift (Experiential Travel Deep Dive; 2024), el 62 % de los viajeros globales ahora planifican viajes en torno a eventos o momentos culturales específicos. Lollapalooza São Paulo atrajo a 310 000 asistentes en 2024, de los cuales el 19 % llegó desde el extranjero.

2. El impulso premium: El lujo discreto y los viajeros de primera clase están transformando los viajes regionales

El lujo en 2025 no grita, sino que susurra. A medida que los viajeros pospandemia buscan significado por encima del materialismo, las experiencias más exclusivas de Latinoamérica no son resorts cerrados, sino haciendas privadas en los Andes, alojamientos en la selva con diseño vanguardista y santuarios de comida lenta dirigidos por chefs locales.

Este cambio se alinea con un poderoso movimiento demográfico: el auge del viajero poslujo. No les impresiona la opulencia, sino la intencionalidad, la sostenibilidad y las historias profundas. Según Skift, "se inclinan por hoteles de gestión independiente donde la presencia y la pasión del propietario son palpables".

Mientras tanto, la demanda de viajes premium está en auge, y las aerolíneas latinoamericanas están invirtiendo en consecuencia. Avianca está reinventando su experiencia en clase ejecutiva, LATAM está ampliando los asientos reclinables y aerolíneas de nicho como Azul están innovando en comodidad para viajes de corta distancia.

Según Skift (El Futuro de los Viajes de Lujo; 2024), el 73 % de los viajeros adinerados priorizan ahora experiencias únicas y culturalmente inmersivas por encima de los tradicionales hoteles de cinco estrellas. Los destinos deberían dejar de perseguir la etiqueta de "cinco estrellas" y empezar a desarrollar productos que ofrezcan resonancia emocional, procedencia y una indulgencia pausada. El futuro del lujo en América Latina será discreto, selecto y profundamente personal.

3. La nueva geopolítica de los viajes aéreos: Las aerolíneas, el clima y los gobiernos están reescribiendo el mapa de rutas Los viajes aéreos ya no son solo una decisión comercial, sino una estrategia geopolítica. 

Los gobiernos de América Latina participan cada vez más en la planificación turística, ya sea invirtiendo en infraestructura aeroportuaria (por ejemplo, la ampliación de la Terminal 2 de El Dorado en Bogotá) o diseñando políticas nacionales de aviación para promover la conectividad, la sostenibilidad y el turismo receptivo. 

Las consideraciones climáticas también están transformando la demanda. A medida que las olas de calor se intensifican en Europa y Asia, las regiones de clima frío de América Latina, desde la estepa patagónica hasta el altiplano andino, se preparan para un auge del turismo estacional. Esta ventaja climática podría convertirse en un pilar fundamental para la diferenciación competitiva. 

Según Skift (Informe de Tendencias de Aviación con CAPA; 2025), se prevé que el tráfico aéreo regional en América Latina crezca un 9,7 % interanual, superando los promedios mundiales. 

Las normas de visado, el riesgo político y las negociaciones sobre el espacio aéreo afectarán cómo, dónde y cuándo viajan las personas. La cooperación regional (por ejemplo, los acuerdos de visado del Mercosur o los acuerdos aéreos de la Alianza del Pacífico) podría ser la clave para los itinerarios multipaís. 

Las OGD y las aerolíneas deben colaborar con los responsables políticos no solo para promocionar los destinos, sino también para facilitar el acceso, mediante cielos abiertos, una entrada simplificada y una inversión significativa en infraestructura. 

4. El algoritmo es el itinerario: Las redes sociales y la IA inspiran y reservan el próximo viaje 

En 2025, los viajeros no preguntarán "¿adónde debería ir?"; preguntarán a TikTok, Instagram y, cada vez más, a los copilotos de GenAI. Desde la inspiración visual hasta la planificación hiperpersonalizada, el embudo de marketing tradicional ha desaparecido. El descubrimiento de viajes ahora se produce en el feed, en el momento y en el algoritmo. 

Los destinos latinoamericanos ya tienen una ventaja en este aspecto: su riqueza visual y narrativa emotiva están hechas a medida para los vídeos de corta duración. Cartagena, Oaxaca y Mendoza se están convirtiendo en destinos turísticos virales, no por la publicidad, sino por los creadores. 

Según Skift (How Social Media Shapes Travel Discovery; 2024), el 54% de los viajeros de la Generación Z en Latinoamérica descubren destinos a través de las redes sociales antes que a través de los motores de búsqueda. 

Las herramientas de planificación de viajes con IA están en auge, y el dominio de Google en las búsquedas de viajes se está erosionando, con las plataformas sociales y conversacionales convirtiéndose en las nuevas agencias de viajes. Los destinos deben dejar de tratar las redes sociales como un canal de difusión y empezar a tratarlas como infraestructura. Colaborar con los creadores. Invertir en formatos de contenido nativos de IA. Y crear experiencias digitales que conecten con los viajeros antes de que sepan que son viajeros. 

5. Los viajes con propósito se convierten en la norma: la regeneración, la cultura y la comunidad son los factores que impulsan la elección. 

Los viajes con propósito no son un nicho, sino la norma. Desde la Generación Z hasta los baby boomers, los viajeros de hoy eligen experiencias que se sientan reales, responsables y relacionales. Y Latinoamérica tiene la narrativa, el tejido comunitario y la riqueza ecológica para liderar. 

Según Skift (Estudio de Sentimiento sobre Viajes con Propósito; 2024), el 61% de los viajeros afirma que el beneficio comunitario es uno de los tres factores principales a la hora de elegir destino. 

Ya sea una caminata guiada por indígenas en los Andes, un programa de recuperación de la naturaleza en el Cerrado brasileño o un tour de soberanía alimentaria en Chiapas, los modelos regenerativos están encontrando terreno fértil. Pero los visitantes también son más perspicaces que nunca: pueden detectar la sostenibilidad performativa a kilómetros de distancia. 

Existe un fuerte incentivo para que los operadores y los destinos desarrollen estrategias en torno al impacto neto positivo, apoyando el desarrollo de productos por parte de las comunidades locales e indígenas, y garantizando que la narrativa de sostenibilidad sea transparente, no transaccional. 

6. Los nómadas digitales encuentran un hogar: América Latina emerge como un centro global de teletrabajo 

El teletrabajo no es una tendencia, sino un cambio radical. A medida que más profesionales de todo el mundo intercambian cubículos de oficina por cafés de coworking, América Latina se ha convertido en una de las zonas más atractivas para los nómadas digitales del planeta. 

Según Skift (Remote Work and Travel Economy; 2025), Latinoamérica experimentó un aumento del 62% en el número de nómadas digitales de larga estancia en 2024. Ciudad de México, Medellín y Buenos Aires se encuentran ahora entre los 10 principales centros mundiales de nómadas digitales. 

No se trata solo de freelancers con portátiles. Se trata de transformar los destinos en ecosistemas de estilo de vida que combinen productividad, pertenencia y exploración. 

Los destinos deberían acoger a los nómadas como un segmento estratégico, invirtiendo en infraestructura para estancias largas, creación de espacios inclusivos y servicios turísticos con tecnología avanzada. La próxima frontera no es quién viene por una semana, sino quién se queda seis meses y se convierte en un promotor. 

7. El bienestar psicodélico ya no es tabú: De lo sagrado a lo chic: el viaje consciente se transforma radicalmente

Antes consideradas marginales, las experiencias psicodélicas emergen como una categoría premium de bienestar, y Latinoamérica ya está en el centro de este resurgimiento global.

Según Skift (Wellness Travel Futures; 2024), se prevé que el mercado mundial del bienestar psicodélico supere los 7 mil millones de dólares para 2027, con Latinoamérica como un impulsor clave de la demanda.

Desde retiros de ayahuasca en Perú hasta viajes con psilocibina en México, la región alberga prácticas curativas ancestrales que están ganando popularidad.

Pero con el crecimiento viene la complejidad ética. Estas experiencias abordan sistemas de conocimiento indígenas, regulaciones de salud mental y dinámicas culturales sensibles. El desarrollo responsable, no la mercantilización, debe ser el mantra.

¿Y ahora qué? Transformando las megatendencias en acciones significativas

Las megatendencias que configuran el futuro turístico de América Latina no son conceptos abstractos, sino señales estratégicas que exigen respuestas audaces. Desde eventos presenciales hasta nómadas digitales, desde la reinvención del lujo hasta modelos regenerativos, la región se encuentra en una encrucijada poco común: puede adaptarse pasivamente a los cambios globales en los viajes o liderar activamente la próxima era de la transformación turística.

Pero aprovechar este momento requerirá más que optimismo. Exige un liderazgo intersectorial, basado en datos y con una visión de futuro inquebrantable. Aquí presentamos nuestra perspectiva de Skift sobre cómo los actores clave pueden liderar el panorama turístico de América Latina:

1. Gobiernos y OGD: Defender la visión a largo plazo sobre las visitas a corto plazo

• Pasar de las campañas promocionales a una gestión integral del destino, equilibrando las ganancias económicas con la habitabilidad y la sostenibilidad.

• Adoptar el "turismo presencial" y los calendarios de eventos como elemento central de la estrategia de visitas, invirtiendo en infraestructura escalable para el espectáculo. • Apoyar la facilitación de visas, los acuerdos aéreos regionales y las políticas nómadas inteligentes para facilitar el acceso y la movilidad.

• Integrar el turismo indígena, comunitario y regenerativo en la oferta principal de productos, no solo como responsabilidad social corporativa (RSC).

2. Aerolíneas: Invertir en viajes aéreos premium, flexibles y con visión de futuro.

• Responder a la creciente demanda de segmentos de alto rendimiento de negocios y ocio (bleisure) con horarios más flexibles y una mejor oferta de cabinas.

• Fortalecer la conectividad regional centrándose en ciudades secundarias desatendidas y destinos de clima frío.

• Invertir en narrativas de sostenibilidad y transparencia en las emisiones de carbono: los viajeros más jóvenes y los gobiernos lo exigirán.

• Colaborar más estrechamente con las OGD y los organizadores de eventos para crear paquetes aéreos basados ​​en experiencias, vinculados a la demanda turística en vivo.

3. Operadores de hostelería y turismo: Diseñar para la profundidad, no solo para el volumen.

• Repensar la oferta hotelera para alinearla con el "lujo tranquilo", la personalización y la resonancia emocional, no con los obsoletos estándares de cinco estrellas. • Desarrollar productos de larga estancia, modelos de hospitalidad híbridos y servicios localizados para la economía nómada digital.

• Infundir narrativa y procedencia en cada punto de contacto con el huésped, especialmente en turismo de bienestar y cultural.

• Asegurar que las iniciativas de sostenibilidad sean operativas, no ornamentales: el lavado de imagen ecológico será contraproducente con viajeros cada vez más conocedores.

4. Inversores: Apuesten por patrones emergentes, no por paradigmas heredados.

• Priorizar la financiación para infraestructura de última generación: espacios con capacidad para eventos, alojamientos centrados en nómadas, soluciones de movilidad y experiencias tecnológicas.

• Buscar ciudades secundarias y destinos no tradicionales preparados para un crecimiento exponencial, especialmente en ecosistemas de naturaleza, bienestar y trabajo digital.

• Apoyar iniciativas en la intersección del turismo, la cultura y el bienestar, incluyendo retiros psicodélicos regulados e iniciativas lideradas por indígenas.

• Comprender que el ROI del futuro no se limita a la ocupación o el ARR, sino al impacto en la comunidad, la repetición de visitas y el poder de la narrativa global. 

Latinoamérica no necesita adaptarse a las tendencias turísticas globales; tiene la clave para liderarlas. Pero liderar implica tomar decisiones deliberadas: diseñar para conectar en vivo, servir con intención, construir con equilibrio y acoger al viajero del mañana en lugar de perseguir al visitante de ayer.

En Skift, creemos que el futuro de los viajes lo escribirán las regiones que comprendan su poder único y lo ejerzan con imaginación y responsabilidad.

Latinoamérica está lista. Es hora de actuar.

Por: (*) Aleix Rodríguez Brunsoms, Director de Estrategia en Skift Advisory