La elección de emprender viajes sin compañía se consolida como una modalidad cada vez más habitual entre los argentinos. Esta preferencia responde a motivaciones diversas que abarcan desde el deseo de introspección hasta la necesidad de independencia absoluta en la toma de decisiones. El fenómeno se extiende especialmente entre quienes priorizan experiencias personalizadas y buscan desconectarse de dinámicas grupales.
Según el estudio Tendencias de Viaje 2025 realizado por Booking.com, el 39% de los viajeros encuestados afirmó que prefiere organizar su itinerario sin depender de otras personas. Asimismo, un 33% valoró estos viajes como momentos propicios para la reflexión y el bienestar individual, mientras que un 21% manifestó no querer adaptar sus planes a los de nadie más.
La posibilidad de decidir libremente qué hacer, cuándo y cómo, aparece como uno de los factores centrales detrás de esta elección. Un 21% señaló que desea actuar según sus propios intereses, sin condicionamientos externos, y un 10% expresó la necesidad de elegir destinos sin interferencias. Para un 12%, la frecuencia de los viajes también influye, al no coincidir con la disponibilidad de eventuales compañeros.
Jimena Gutiérrez, gerente general de Booking.com para Argentina, Chile, Uruguay y Paraguay, explicó que “cuando una persona emprende un viaje sola, se plantea un desafío personal en total libertad. Es ella quien define cómo se desarrolla cada momento. Algunos lo hacen por elección, otros por necesidad emocional. Los motivos son diversos, pero la experiencia de fondo refleja una búsqueda de autenticidad”.
En paralelo, el aspecto social también juega un rol destacado: un 19% considera que esta modalidad es la mejor manera de conocer nuevas personas, y un 23% viaja solo aunque se encuentre con alguien al llegar a destino. Además, un 9% declaró haber adoptado esta forma de viajar tras una ruptura sentimental reciente.
Los viajes individuales dejan de ser una excepción para transformarse en una práctica común entre quienes ven en esta elección una oportunidad de crecimiento, descubrimiento y autonomía. El perfil del viajero solitario se redefine, y con él, la manera de explorar el mundo y habitar el tiempo personal.