Decorado con una sobrecarga de reliquias antiguas que van desde tocadiscos hasta redes de pescador, donde ofrece un menú con productos locales que no pierden su sabor original aunque se combinen con ingredientes foráneos. Si de centolla se trata, hay gran variedad de platos: al natural, con queso gratinado, a la húngara, a la parmesana, a la italiana o alakaluf. Además pasta con centolla, canelones de centolla y un plato llamado trilogía Beagle (centolla, merluza negra y trucha).
Fuera de la centolla, algunas sugerencias del chef son las cholgas fueguinas y la cazuela de mariscos. Entre los pescados está el abadejo –particularmente bueno en Tierra del Fuego – que se puede pedir grillé o a la provenzal, la trucha rellena con centolla o el salmón a la vasca.